martes, 5 de mayo de 2009

Influenza y Poder en México

Como una consecuencia lógica de la gravedad del asunto y del indeciso manejo de la información por parte de las autoridades correspondientes, el brote de influenza ha pasado a dominar la escena en el país. Así como el gobierno nos informó de súbito que estábamos en epidemia, también la gente cambio sus temas por el brote y las medidas restrictivas para detenerlo; tanto en los medios masivos de difusión, como en la calle y en Internet. En este último medio aparecieron los mensajes masivos (spam) que contenían desde recomendaciones para otros tipos de influenza, hasta las alertas contra conspiraciones y bioterrorismo; así como sus posiciones opuestas.

Ciertamente, la influenza sirvió para distraernos de otros temas como la pandemia de violencia desatada por la "guerra contra el narcotráfico", y el repunte que con motivo de la debacle financiera en EE UU, tuvo la crisis económica que desde hace décadas padecemos los mexicanos.

¿Algo nuevo en esta emergencia? No mucho.
  • Personal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que avisaron con tiempo del problema, pero que nuestro gobierno no se inmutó mucho por ello.
  • En lugar de que la información fluyera de manera paulatina, las autoridades trataron de ocultar y de desestimar el tema hasta que fue imposible y entonces armaron una conferencia de prensa para tomar medidas que sonaron drásticas y detonaron la alarma entre la población.
Y para regocijo de los aficionados a la auto-superación, la crisis de la influenza fue una oportunidad que algunos aprovecharon. No solo los laboratorios que han visto incrementado sus pedidos de antivirales, sino incluso las tiendas de autoservicio. Hace unos meses ni los analistas ni las mismas empresas veían un escenario exitoso en el corto plazo, básicamente como consecuencia del “catarrito” calderoniano que le dio al país el año pasado. Sin embargo, gracias a la confusión generada por la información que de manera desordenada proporcionaba la Secretaría de Salud, la gente empezó a prever un escenario en el que toda la actividad económica se detuviera y entráramos en una cuarentena masiva; luego, la gente se abalanzó sobre las tiendas para tener lo suficiente en caso de que semejante cosa ocurriera. Información off the record, pero confiable, nos dice que el 30 de abril a las cinco de la tarde, todas las cadenas de autoservicio habían cumplido sus metas de venta.

En cambio, están los restauranteros que en el colmo del cinismo, declaran abiertamente que ellos no pagan los salarios de sus trabajadores, sino que son los comensales quienes proveen la mayor parte de sus ingresos mediante las propinas. En lugar de asumir su responsabilidad patronal, protestan porque el gobierno impide que la gente se reúna en sus espacios cerrados a incrementar la posibilidad de contagio de influenza.

La COPARMEX de plano propuso acatar la suspensión de actividades emitida por el gobierno federal, pero sin goce de sueldo para los trabajadores; o bien, a cuenta de vacaciones. Ahora resulta que ni la economía nacional ni los exitosos empresarios mexicanos pueden soportar una contingencia de una semana. Para efectos prácticos, la suspensión propuesta por el estado es un paro técnico. Lo mejor de la nota es que los empresarios no tienen que reconocer que sus empresas están mal sino que la culpa es de la influenza o del gobierno por decretar la suspensión de actividades. Seguramente, muchos de ellos suspiraron descansando su alma cuando estaban a punto de iniciar paros técnicos (con las consecuencias que para la imagen financiera de la empresa conlleva esta decisión), y el gobierno les permite bajar sus costos, enviando a sus empleados a casa sin dinero.

El secretario de trabajo, Lozano, simplemente se hizo a un lado y dijo que cada empresa lo viera según su propio contrato colectivo (y como los meseros de lso restaurantes y los empacadores de las tiendas de autoservicio no llegan ni a relación laboral). La COPARMEX invocó tramposamente el articulo 42 de la Ley Federal del Trabajo, que permite a los patrones suspender de manera temporal la relación laboral sin obligación de pagar sueldos, pero en caso de enfermedad contagiosa el trabajador, no de personas ajenas. Bueno, queda claro que en los gobiernos panistas la prioridad de la Secretaría del Trabajo es la protección de los patrones.

Otro que quiere aprovechar la oportunidad es el presidente constitucional, Felipe Calderón. Frente a la evidente incapacidad de su Secretario de Salud para ofrecer declaraciones congruentes, él ha quitado empowerment a su empleado para hacer declaraciones de manera directa. Bueno, quizás esto tenga que ver también con la agilidad mostrada frente al brote de influenza, la semana pasada por Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del D.F. (otro que aprovechó la crisis para promocionarse). El caso es que Felipe Calderón ofreció una entrevista a la televisora Canal 11 (del Instituto Politécnico Nacional, y dirigida por quien se dice “amigo personal del presidente”) tratando de aminorar el impacto de las revelaciones de la OMS en el sentido de que el gobierno mexicano no había tomado con la seriedad debida los avisos de esta organización. Adicionalmente, ayer la televisión nos mostró un spot en el que Caderón, triunfal y alegre, informa de los resultados de las medidas que se tomaron frente al brote de influenza. Independientemente de la información ofrecida por él, era notoria su actitud jovial y desprovista de cualquier condescendencia con los muertos y sus familiares y de la gravedad que uno esperaría del jefe de estado de un país en emergencia sanitaria.

Si bien, la doctrina de superación personal dice que cada crisis es una oportunidad, no creo que los trabajadores sin sueldo o que gastaron encerrados en casa sus vacaciones, lo vean así. Prefiero recordar al maestro Karel Kosík (1926-2003), quien en su majestuosa obra “Dialectica de lo Concreto” nos dice que (resumo de memoria): si bien para el ser humano común la realidad se nos presenta de una forma oculta y debemos realizar un trabajo de análisis para conocerla, para los poderosos no hay nada oculto ni misterioso en el absurdo aparente, porque ellos son los que establecen los parámetros de la realidad.

Francamente, me suena descabellado que alguien haya iniciado de manera voluntaria esta epidemia; pero no es gratuito que los beneficiados de la influenza pertenezcan a las clases que controlan este país: Wal-Mart, los laboratorios, Calderón y otros pocos más tienen el poder de decidir cómo es que las crisis van a afectar a México y a ellos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lo más coherente que he leido en los últimos días respecto a este caso.

Mil gracias por compartir esta información.

Martin Mtz Mtz

Anónimo dijo...

Pues en México la influenza ha provocado muchísimas expectativas que el gobierno ah provocado en partes como es la crisis.se han dicho muchos dime y diretes pero la verdad es que si han provocado muchisimo el desempleo.la verdad es que el gobierno no ha cumplido lo que prometio y es una lastima.
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