viernes, 4 de diciembre de 2009

La Coparmex-DF y su modelo matemático

En medio del conflicto iniciado por la decisión de Calderón, de destruir al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), los trabajadores han planteado una serie de acciones de protestas para hoy Viernes 4 de diciembre. Esto era previsible, y aunque las amparan diversas leyes, estas actividades no dejarán de afectar al ya de sí caótico tránsito en la Ciudad de México. Aquellos que puedan, tomarán sus providencias para aminorar los retrasos y los embotellamientos. Habrá también un grupo de automovilistas que, contumaces, saldrán a la misma hora para recorrer las mismas avenidas quizás con la esperanza de que todo sea normal, y que terminarán despotricando airadamente contra una acción que ya sabían que ocurriría y , dado el "diseño" de la ciudad y la ineficacia de las policías de tránsito, les efectará de manera ineluctable.

No obstante, la mayor parte de la población no tiene otra alternativa que desplazarse y enfrentar los retrasos y atascos de tránsito. Para los fans de la tecnología, es tan difícil concebir que en pleno siglo XXI, en un país miembro de la OCDE, la única manera de hacer su trabajo para millones de personas, muchas de ellas profesionistas, sea la presencial. Es el aprovechamiento que un país sin estrategia de tecnología de información (TI) y sujeto a mentalidades medievales da a Internet, y a las telefonías fija y móvil.

Bueno, por una parte está el atraso en este sentido, y por otra, un asombroso avance en la capacidad de estimación de pérdidas económicas por las protestas. El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana en el DF (COPARMEX-DF) declaró ayer que dichas pérdidas ascenderán a 10 millones de pesos si las acciones de protesta duran 4 horas. Si exceden este tiempo, las pérdidas se incrementarán.

Tal precisión me interesó sobremanera: ¿por qué una cifra redonda? ¿qué tal 9 millones? O mejor aún, ¿qué les parece 11,234,123.50 pesos? ¿Con qué modelo matemático realizó la estimación? Luego, si las protestas duran más de 4 horas: ¿el incremento será lineal, exponencial o logarítmico?

De ser cierto que la COPARMEX tiene en sus filas los actuarios y matemáticos que han desarrollado tal modelo y además cuenta con la base de datos (confiable, but of course) que permite afirmar puntualmente el monto de las pérdidas para un conjunto de eventos que incrementan el caos en un escenario poco predecible, tiene la obligación moral de compartirlo con la humanidad.

Si es tan preciso en eventos casi aleatorios, podría ser utilizado con niveles de certidumbre muy altos para valorar las pérdidas económicas sufridas no solo por el sector comercio, sino también en el bolsillo de los ciudadanos, por la instalación regular (pertinaz es más apropiado) de tianguis y de terminales de transporte público en nuestras calles y avenidas; así como por la ejecución inmisericorde de obras públicas que desvían el tránsito sin previo aviso.

“Señor Barba, presidente de la Coparmex-DF: ¿sería tan amable de utilizar su maravilloso modelo matemático para responder a los pobladores de Ecatepec, Coacalco, Tultitlán y anexas, el monto de las pérdidas económicas por la repavimentación de la Vía López Portillo? Por su atención, gracias.”

Actualización:

El día Sábado 4 de diciembre, la vida de los municipios conurbados a la Ciudad de México, mencionados en el párrafo anterior, fue alterada a niveles extremos por un acto publicitario: "La Caravana Coca Cola". Con la noble finalidad de hacerse propaganda, esta empresa organizó un desfile que requirió del bloqueo de la principal vía de tránsito al norte de la ciudad, la Vía López Portillo. En vano espere que los comentaristas de Televisa y TV Azteca, que se desgarran las vestiduras por las protestas del SME, hablaran del caos ocasionado por el desfile con indignación y coraje. No fue así. Decenas de miles de personas perdieron horas de su Sábado por un acto que no defendía derecho alguno, sino que únicamente promocionaba una marca de agua carbonatada con cafeína. Tan solo como ejemplo: el trayecto del fraccionamiento "Héroes Tecámac" a Coacalco (aprox. 4 km) tomaba 3 horas. Mientras los conductores apagaban sus motores aburridos, los pasajeros de transporte público avanzaban por las banquetas y por las orillas de las carreteras.

Quizás a falta de justicia humana, el destino tomó en sus manos el asunto y me permitió ver a una señora que a eso de las 11:30 de la noche vendía refrescos de lata a los automovilistas atascados en la carretera llamada "Recursos Hidraúlicos". ¿Saben de qué marca? Por supuesto: ¡Pepsi Cola!