Sin embargo, hoy no quiero escribir sobre el afán de privatizar las actividades más redituables de la industria petrolera, mientras a los mexicanos nos dejan una empresa con uno de los sindicatos más corruptos, avalado apenas ayer por el gobierno panista; mucho menos de la abyecta inclinación de los “Chuchos” del PRD por reconocer y apoyar a Calderón, pues tal actitud no me extraña en lo absoluto. Provienen de un partido formado por Luis Echeverría en los setentas para contrarrestar la fuerza del naciente Partido Mexicano de los Trabajadores liderado por gente como Heberto Castillo y Demetrio Vallejo. Al invento de Echeverría lo denominaron creativamente Partido Socialista de los Trabajadores. Su fundador y líder por décadas fue Rafael Aguilar Talamantes, hábil en la manipulación de masas con necesidad de vivienda, tracionó tanto a la organización que dio origen al PMT en los setentas; como a Cuauhtémoc Cardenas en 1988, al reconocer de inmediato el “triunfo” de Carlos Salinas. ¿Qué de raro tiene ahora que la Zavaleta, el Ortega y el Acosta se desvivan por quedar bien con Calderón, aún con el costo de una reforma que va contra los principios del partido al que dicen pertenecer, o del que se han apoderado?
Hoy quiero referirme a la crisis económica en que se encuentra sumido el país a pesar de que al “peligro para México” se le alejó del poder de la presidencia, Para ello no voy a utilizar datos proporcionados por “populistas” ni por “globalifóbicos”, sino por un organismo eminentemente capitalista, la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN). En documento titulado "Radiografía de la economía y la industria mexicana", deducen que el segundo año del gobierno de Felipe Calderón estará marcado por la pérdida de dinamismo económico y el repunte de los precios.
En el crecimiento económico esperan apenas un 2.2%, debajo del 3.3% de 2007, y mucho muy por debajo del 7% que prometió el presidente del cambio. Para la producción industrial, decrementan sus expectativas de 1.9% a 1.2%, y para la manufacturera específicamente de 0.9% a 0.3%. En cambio, para la inflación oficial se eleva el pronóstico de 4.9 a 5.6%. Dudo mucho que los analistas hayan alcanzado a incluir los 3 incrementos a la gasolina y al diesel para este mes de agosto, por lo que habría que subir aún más esta cifra. En finanzas, tampoco ven mejoras, pues esperan un aumento en el precio del dinero, con tasas de interés de 8.2%, en lugar de 7.9%.
En el ámbito laboral, el autodenominado “presidente del empleo” reprueba igual que niño en la prueba “Enlace” o docente concursando por una plaza controlada por el SNTE. En el primer semestre de este año, el sector real de la economía generó poco más de 265,00 empleos, la cifra estacionalizada más baja en muchos años.
Si este informe, proveniente de uno de los grupos menos “populistas” y más favorecidos por la tecnocracia mexicana, muestra un panorama tan desalentador del país, no quiero preguntarles a los obreros, ni a la clase media baja, que han visto reducido de manera importante su poder adquisitivo. No quiero preguntar a los pequeños empresarios que, en comparación con los grandes consorcios que en promedio pagan setenta y cuatro pesos de ISR al año, además de la reducción del mercado, enfrentan un nuevo esquema de impuestos que los obliga a pagar siempre. Menos aún a las amas de casa de colonias populares, ni a los automovilistas que ven subir los precios del gas y de la gasolina mensualmente (bueno, este mes hubo promoción y la gasolina subirá tres veces).
Y a esto hay sumarle la ya cotidiana carnicería humana, a la que según las autoridades federales debiéramos acostumbrarnos porque al menos va durar todo el sexenio, y la inseguridad creciente para todos los niveles sociales. Mientras los grupos más corruptos del “pasado” como el SNTE o el sindicato petrolero ven reforzadas sus posiciones ¿Qué no era éste el escenario con que nos amenazaban Fox y el PAN si ganaba López Obrador? ¿Qué no fue anulado el “peligro para México”? ¿Qué la pasó a mi billete de veinte pesos? ¿Valió la pena permitir que Fox, Calderón y otras celebridades quebrantaran el estado de derecho “haiga sido como haiga sido”?