Soñé que te extrañaba, que
llegaba a casa y al doblar la esquina encontraba la silueta de tus rizos
ondeando sobre la cortina. Soñé que teníamos una vida en común, que éramos una
pareja, y que yo ansiaba entrar a la sala para escuchar tu voz dulce y colorida.
También soñé que al caminar hacia la casa, sabía que ya no estabas conmigo, y
que tu pelo rubio agitado por el viento era sólo un recuerdo de lo que, en
realidad, nunca habíamos vivido.
lunes, 15 de julio de 2019
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